sábado, 28 de enero de 2017



¿Prefieres que te deseen suerte o éxitos?


Como es normal, son muchas las palabras de aliento que nos damos entre las personas en determinado momento, ya sea éste bueno o malo. Pero como reza el refrán ¡cada cabeza es un mundo! en cada situación siempre alguien te sorprende.


Al finalizar una conversación con un amigo que se encontraba a un día de presentar un exámen importante de la universidad, lleno de nervios y de tensión, se me ocurrió desearle éxitos en su prueba. Su respuesta inmediata fue “por favor deséame suerte pues la voy a necesitar, si me deseas éxitos sería como ponerme en un compromiso de lograr algo de lo que no se tiene certeza”.
Por ahí empezó la disyuntiva, ya que en una ocasión escuché a alguien que opinaba lo contrario, éste decía: “deséame éxitos que la suerte es la esperanza del flojo.”

El origen de la palabra suerte viene del latín: sors, sortis. Las sors eran pequeñas cuentas de cerámica que se utilizaban como una especie de dados a través de las cuales se podía leer el destino y conocer la suerte; mientras que sortis se refiere al sorteo que se realizaba una vez que los soldados romanos cumplían su servicio, para premiarles con un lote de tierra. 
El diccionario de la lengua española da numerosas definiciones para la palabra SUERTE, entre alguno de ellos tenemos;

-Encadenamiento de los sucesos, considerado como fortuito o casual.

-Causa o fuerza que supuestamente determina que los hechos y circunstancias imprevisibles o no intencionadas, se desarrollen de una manera o de otra.

-Conjunto de sucesos o circunstancias que se consideran predeterminados para la vida de alguien.

Si nos regimos por esas palabras podemos decir que, la suerte es estar en el momento, día y hora exacta para que algo que no esperábamos suceda a nuestro favor. ¿Quién no salió de su casa alguna vez y se ganó un premio que no esperaba?, ¿o se consiguió con alguien que tenía años que no veía y gracias a ese encuentro logró un gran giro en su vida?  Todo eso es cuestión de suerte.

Ahora hablemos de la palabra ÉXITO. Ésta proviene del latín exitus y significa “Salida”. Según  el Diccionario de la Lengua Española Éxito se refiere al resultado final y satisfactorio de una tarea, acción emprendida, o de un suceso. El término también puede significar: Buena aceptación que tiene alguien o algo; en líneas generales se puede decir que esta palabra denota positivismo, así que cuando una persona te desee suerte, es un buen deseo hacia ti, pero cuando te desean éxito, valóralo y agradécelo, porque sutilmente están reconociendo que eres alguien  luchador, trabajador  y esforzado.

Podemos concluir entonces que el éxito es un conjunto de muchas horas de trabajo, estudio, planificación, disciplina, organización, en lo que se está haciendo. No es tan fácil como la SUERTE que llega sin que la esperemos, el Éxito en cambio se trabaja, se madruga, se llora, hasta se sangra para poder lograrlo y el resultado está catalogado por los grandes empresarios del mundo, como la mejor sensación que la vida les puede dar. Pero hay quienes no son tan individualistas y creen que la suerte con el éxito, pueden estar ligados.

Y tú que has leído sobre esto ¿prefieres que te deseen suerte o éxito?

viernes, 13 de enero de 2017






¿Esto de enamorarse a los 30 es igual que a los 17?


Dicen que las personas nos enamoramos solo una vez en la vida. Sin embargo, me atrevo a decir que nos enamoramos muchas veces más, la diferencia está en que no lo hacemos de la misma manera, por el simple hecho de que las personas con las que vamos coincidiendo tienen personalidades distintas. Cada etapa es diferente y poco a poco nos van transformando; así como las perspectivas y necesidades tienen otro nivel. El sentimiento no es igual de cuando se estaba en la secundaria. ¡Si! cuando teníamos 17, en plena adolescencia.

Quien no sintió ese corazón golpeando fuerte dentro del pecho y estallando en los oídos cuando veíamos a ese chico o a esa chica que había aceptado ser nuestro novio o novia? todos lo llegamos a experimentar, y no solo eso, sino que podíamos jurar que esa relación iba a ser eterna.  Los te amo, los regalos de aniversario de novios, las cartas y cualquier otro detalle para confirmar que era él o ella por quien queríamos respirar, no parabanPasan esos años y con ellos, esa etapa. ¿Y luego qué?  entras en los 20 y si aún sigues con tu amor de bachillerato y las crisis, las peleas, la fidelidad y todo aquello que es parte de una relación ya ha aprendido a manejarse, podríamos decir fehacientemente que era el amor de tu vida; pero si todo aquello pasó solo a ser un simple recuerdo de la adolescencia, tal vez vayas por la vida teniendo relaciones amorosas fallidas.

Así va pasando el tiempo hasta que llegan los 30 (que muchos dicen que es la mejor edad del mundo, donde supuestamente ya sabes lo que quieres) y de la nada nos preguntamos ¿cómo sería una relación a esta edad? debido que un número importante de errores los cometimos antes de llegar a este punto.
Ahora bien ¿nos enamoramos como cuando éramos adolescentes? Sería poco objetivo afirmarlo contundentemente, pero sin temor se puedo decir que el amor a los 30 es un amor consciente, planificado, que busca bienestar emocional, compatibilidad, capacidad de enfrentar situaciones, comprensión, madurez, etc. Es en este momento cuando todos esos sin sabores y equivocaciones de los 20 se vuelven experiencia y hacemos todo con mucho cuidado, observando cada fase con cautela para no arruinar nada en esa relación debido a que se desea lograr una compañía a muy largo plazo.

A esta edad ya no se busca del todo la apariencia sino la esencia, los detalles, la manera de ser como pareja, las atenciones, la calidad humana y la manera sutil y sustanciosa de cómo se amolda cada quien con cada cual.


Seguramente haya quienes sientan tales mariposas en la barriga y gansitos en la piel, pero lo que no podemos negar es que es un amor mucho más enfocado y con fundamento.